Visitando a una amiga supe que el agradable ambiente de su casa se debía a la aplicación del Feng Shui, arte chino mediante el cual logramos equilibrar nuestras energías con el entorno. Encontré plantas, cristales de roca, campanillas de viento, muebles de maderas nobles, y bastante iluminación.
Según mi amiga, gracias al Feng Shui en su familia reinan la salud física y mental, y la prosperidad, pues son producto de la combinación de los elementos tierra, madera, fuego, metal y agua, que es la clave de este asunto.
Me dijo también que tan milenario arte enseña a usar adecuadamente los colores y las líneas en nuestros vestidos. Por ejemplo, las líneas rectas indican una vida positiva. La combinación del azul con blanco genera suerte; el verde con rojo, azul o negro incrementa la energía de cada persona; las líneas onduladas son equilibrio, armonía y paz; el rojo y el anaranjado dan tranquilidad y frescura. Me sugirió evitar colores metálicos como bronce, oro y plata.
En fin, quedé convencida de que el Feng-Shui es una buena manera de afianzar una vida feliz y exitosa. ¡Anímate tú también!
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