Otra gran preocupación de toda mujer es la pérdida de brillo, caída o resequedad del cabello, lo que ocurre debido a la escasez de queratina, sustancia que le da solidez y resistencia.
Generalmente tratamos de superar esas situaciones utilizando productos que si bien dan resultado, nos pueden traer consecuencias inesperadas, las cuales podemos evitar con tratamientos naturales. Veamos dos opciones:
Preparamos medio vaso de jugo de cada una de estas frutas: limón, naranja, fresa, durazno, papaya, manzana y melón, medio vaso de té de manzanilla, medio litro de agua, y 50 gramos de jabón neutro rallado. Ponemos a hervir el agua y le agregamos el jabón, revolviéndolo hasta que se disuelva. Retiramos el recipiente del fuego y vaciamos el jugo de todas las frutas y el té de manzanilla. Dejamos enfriar la mezcla y la envasamos en una botella de plástico, champú que podemos utilizar todos los días.
También podemos mezclar partes iguales de aceite de ricino, de almendras y de oliva, mezcla que podemos aplicar como mascarilla en el cabello durante veinte minutos por lo menos una vez a la semana. Las propiedades humectantes y emolientes de estos aceites nutren nuestro cabello y lo dejante brillante.
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