
Por ejemplo, a las pertenecemos al Grupo Sanguíneo A no nos sirven las dietas de altas proteínas como la carne, pero si respondemos a las vegetales como la soya y el queso de soya. En el caso de los ejercicios, los de alto nivel físico nos hacen experimentar fatiga y malestar, en tanto que con los leves nos sentimos animadas y dinámicas. Y a la hora de consumir vitaminas, suplementos herbáceos y minerales, también debemos tener en cuenta nuestro tipo de sangre si queremos resultados eficaces.
Otro ejemplo: a las personas con sangre tipo O les va muy bien con las dietas ricas en proteínas, y las actividades físicas intensas las fortalecen.
De tal manera mí querida amiga que el asunto con las dietas no es como soplar y hacer botellas; debe ser muy cuidadoso para no sufrir frustraciones, tiene que responder a un plan definido y lógico, basado en el perfil celular de cada persona.
El anterior segmento fue patrocinado por http://www.vedettestore.com para la mujer que desea estar en forma Vedette.
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